La jornada se prolonga y flexibiliza en casi todos los países
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En los principales países europeos, la transición diaria entre el horario laboral y el horario de ocio o familiar se produce entre las cinco y las siete de la tarde. El 73% de los trabajadores europeos tiene libre el sábado, una jornada en la que se limita el horario incluso en el comercio. Y el domingo, salvo en el centro de las grandes ciudades, prácticamente toda la actividad queda parada salvo en hostelería.
Más allá de esos rasgos generales, lo cierto es que no existe una jornada “europea” y la legislación comunitaria solo regula, entre otras cosas, el máximo de horas trabajadas (48 horas por semana), el descanso mínimo diario (al menos 11 horas) y el descanso semanal. El resto de parámetros responde a convenios nacionales o locales, a acuerdos entre empresa y trabajadores o a las tradiciones de cada país. A continuación, un repaso a los horarios de la UE con datos, principalmente, de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Holanda y Bélgica.
En ningún país existe una “jornada” estándar, como parece desear la ministra española de Empleo, Fátima Báñez. Todo lo contrario. La tendencia en la mayoría de los países es hacia una mayor flexibilidad de los horarios, para que trabajadores y empresas puedan adaptarlos a sus necesidades personales y de producción.
- Flexibilidad
La flexibilidad de horarios está pasando de ser una posibilidad para ciertos trabajadores (con cargas familiares, por ejemplo) a convertirse en un derecho intrínseco de toda la plantilla. En Reino Unido, desde 2014, una ley fija el derecho de cualquier trabajador a solicitar un horario flexible siempre que trabaje más de 26 semanas al año para una empresa. Y Alemania también ha adoptado una medida similar.
- Comercios abiertos
En comercio, uno de los sectores con jornadas más largas, la presencia de las grandes cadenas está estirando los horarios hasta cerrar a las siete o incluso las ocho de la tarde, lo que arrastra también a los pequeños establecimientos. Y el centro de las ciudades, habitualmente desierto a partir de las seis de la tarde, prolonga la actividad una o dos horas no solo en las capitales de los países, sino en ciudades como Rotterdam, Amberes, Fráncfort, Lyon, Turín o Leicester, según un repaso de los horarios comerciales de grandes marcas en esas ciudades.
La Comisión Europea también ha presionado a países como Francia o Alemania para que liberalicen sus horarios comerciales, tradicionalmente muy rígidos, lo que ha ampliado ligeramente las horas y los días de apertura.
- Oficinas hasta las 17.00
La Administración sí que mantiene los horarios tradicionales en casi todos los países analizados, con una jornada continuada que suele finalizar entre las cuatro y las seis de la tarde, con las dependencias cerradas habitualmente durante todo el fin de semana. El horario se prolonga una hora o dos en aquellos servicios directamente relacionados con el público y con la logística, como los del correo postal.
- 38 horas a la semana
En el conjunto de la UE, la media de horas trabajadas se sitúa en 38,1 horas a la semana (la misma cifra que en España), con Francia en la cota más baja, con 35,6 horas y los países más pobres llegando hasta las 40 horas (como Rumania, Hungría o Grecia), según datos de Eurofound, la Fundación europea para la mejora de las condiciones de vida y de trabajo, con sede en Dublín. En algunos países, sin embargo, el número real de tiempo trabajado supera en hasta tres o cuatro horas el horario teórico, caso de Holanda y Reino Unido, según Eurofound.
- Y 1.979 horas al año
Los europeos trabajan una media de 1.979 horas al año, según Eurofound, con Francia, de nuevo, en la cota más baja, con 1.559 horas. España figura en el grupo de países que rebasa las 2.000 horas al año, en el que también figuran Portugal, Austria, Luxemburgo, Irlanda y casi todos los países de Europa central y del este.
- Domingo, libre
El domingo libre es el principal denominador común en el horario laboral europeo. Solo el 14,6% de los ocupados trabaja el séptimo día de la semana, un porcentaje que apenas ha variado en los últimos 10 años. El número medio de jornadas festivas al año (aparte del domingo) es de 10, aunque la cifra, según el último estudio de Eurofound (de 2015) se dispara en algunos países como Eslovaquia (con 15) o España, Bulgaria, Chipre y Letonia (con 14). Las vacaciones pagadas, obligatorias también según la directiva europea, cubren de media 25 días, con 30 en Alemania, Francia o Dinamarca y 20 en la mayoría de los países del Este. En España, 22, según Eurofound.